
Oímbra ofrecerá este domingo 1.500 kilos de pementos gratis
02/08/2023
Actrices, cineastas, presentadores y políticos, en la entrega de premios de Oímbra
07/08/2023Es, sin lugar a ningún género de dudas, la principal cita festivo-gastronómica del sur ourensano. Y, nunca, nunca defrauda. No lo hace por la oferta inagotable del producto rey -gratuita hasta que nunca se acaben las existencias-, ni por su excelente ubicación, temperatura y fecha elegida. Por supuesto, tampoco por la siempre exquisita hospitalidad de sus gentes y de su alcaldesa, la primera, capaz de recibir con sonrisa de la envergadura de un pimiento italiano a algunos de aquellos que tres semanas atrás le han dado la espalda.
También recibió al titular de la cartera autonómica de Medio Rural, José González, hombre de O Ribeiro pero firmemente convencido de su fórmula de polígonos agrarios y de ser su ley solución para los abandonados campos ourensanos.
Y al gentil nuevo presidente de la Deputación de Ourense, Luis Menor, que lleva tantos días en el cargo como fiestas a las que ha asistido. Hoy no pudo estar para la foto del pimiento de honor, pero sí llegó para el café, la entrega de premios y una serena sobremesa con su alcaldesa secretaria provincial.
Un año más, una treintena de vecinos -hijo de regidora incluido-, se pusieron a los fogones para abrir boca con la exhibición de los más variados platos elaborados con el producto estrella. Achichoria, la charanga de Xinzo, amenizó la mañana hasta el vermú –Los Támega lo harían, y de qué forma, en el segundo de los platos-. Luego llegaría la comida/sauna a la que ya nos tiene acostumbrados el pabellón, este año ligeramente más soportable.
Lo que sí nunca cambia es la calidad de la oferta culinaria, desde la degustación gratuita del pimiento que durante cuatro horas ofrecen las hermanas Loureiro -tan clásicas como la feria- hasta el menú de mediodía; el entorno y las ganas de fiesta, de las de referencia en el panorama autonómico.
Si no ha estado en el lugar, tenemos un carro de fotografías para que se haga una idea de lo que se ha perdido y reserve plaza para futuras ediciones. Si, por el contrario sí lo hizo, búsquese y comparta el buen rollo que genera un gran pimiento frito de indicación geográfica más que protegida: la de Oímbra.